La ficción se basa en procesos verosímiles.

«¿Es Dolor y gloria una película basada en mi vida? No, y sí, absolutamente. Todas mis películas me representan. Es cierto que esta me representa más, pero desde el momento en que empiezo a escribir sobre una base conocida —procedente de la realidad, de algo que he leído en el periódico, que me han contado, de lo que he sido testigo o simplemente un episodio de mi propia vivencia— la historia empieza a encontrar su verdadero camino (cinematográfico, en este caso) para convertirse en ficción. El resto del trabajo lo hago guiado e impulsado por la imaginación. Y la imaginación no se preocupa tanto de la verdad como de la verosimilitud, y de que el resultado sea entretenido y emocionante.»

Pedro Almodóvar en «El País» (24-03-2019)

En este párrafo Pedro Almodóvar describe el mismo proceso con el que trabaja un actor: parto de algo que conozco (una experiencia) y que por lo tanto mueve afecto, para dar el salto a la imaginación. La ficción pide procesos verosímiles, no la tan mal empleada «verdad» que no sabemos cuál es ni siquiera en la realidad.

 

La palabra justa

Hago un pozo
para buscar una palabra enterrada.
Si la encuentro,
la palabra cerrará el pozo.
Si no la encuentro,
el pozo quedará abierto para siempre en mi voz.
La búsqueda de lo enterrado
supone adoptar los vacíos que fracasan.

Roberto Juarroz

Este poema me sirve para hablar del encuentro con la palabra que da expresión. Hay palabras que al decirlas amplían nuestra experiencia y otras que la reducen. Hay que ir al encuentro de la palabra justa, aquella que vuelve concreto un afecto y permite que se exprese.

 

El actor frente a la primera lectura.

«Cuando el actor se ve a sí mismo en relación con la totalidad de la obra, contemplará los rasgos agradables y desagradables de su personaje desde otra perspectiva, y al final tomará decisiones diferentes de aquellas que tomaba cuando pensaba que «identificarse» con el personaje era lo más importante de todo.» 

Peter Brook

Leer una obra con la distancia suficiente para entender la totalidad de lo que se quiere contar, de esa manera podemos observar el papel que juega cada personaje dentro de un sistema. Esto me permite tener una visión más amplia del material y no identificarme rápidamente con detalles, que me hacen perder la visión del conjunto.

En el cuerpo nace todo

«En la creación actoral el cuerpo debe ir por delante del pensamiento»

del libro «Orientaciones en el desierto» de Eusebio Calonge.

El actor aprende a trabajar desde un lugar más sensible que habilita el acceso a la memoria afectiva, y colabora con soltar el mundo de las ideas, muchas veces limitante a la hora de dar fe de la experiencia humana. Se crea una doble imagen: el cuerpo (memoria afectiva) y la cabeza (ideas-pensamiento).

La acción

«No necesitas narración cuando escribes una obra, se necesita acción. De la misma forma, en la interpretación no se necesita descripción, se necesita acción. Si hacemos eso escogemos no manipular al público, no manipular el texto y no manipularnos a nosotros mismos.»

Del libro Verdadero y falso de David Mamet


El actor solo debe ocuparse de la acción a la hora de actuar: una vez hemos creado todo lo demás en el proceso de ensayos, podremos dedicarnos a perseguir la acción que lleva a cabo el personaje. A la hora de actuar, toda las demás ocupaciones son ruido en la cabeza del actor y del espectador.

El actor solo debe ocuparse de la acción

El encuentro con el nuevo material de trabajo

«El actor debe empezar a trabajar en un nuevo personaje como si no supiera nada de él, nada de sí mismo y nada acerca de actuar. Debe aceptar el hecho de que no sabe adónde va a llegar con su nuevo guion ni cómo va a descubrir y a encarnar al nuevo personaje. Para desechar viejos patrones y trucos de actuación debe romper con sus ritmos habituales de habla y de gestualidad»

 Del libro «Cómo dejar de actuar» de Harold Guskin.

La idea de aproximarse a cada nuevo proyecto desde cero para que no se nos cuelen ideas preconcebidas sobre el texto o sobre nosotros mismos. Intentar ir al encuentro con el nuevo material desde un lugar más neutro y sensible. De esta manera, cada proyecto se convierte en un desafío y en un lugar de aprendizaje.

 

Lo concreto frente a lo abstracto

«Temed las abstracciones»

    Ezra Pound (poeta)

La actuación vive de lo concreto frente a lo abstracto, de lo particular frente a lo general. El hecho de tratar los temas en general remiten a una emoción en general, por lo tanto a una idea de la cosa, no a la experiencia de la cosa. Nuestro trabajo vive de lo específico que es de lo que está hecha la experiencia humana.

 

La mirada de afuera.

«Es como cuando ibas a un guateque y había un chico que te gustaba. Bailabas para él, te reías para él pero sin que lo notara. Con la cámara es igual. Tienes que hacerlo todo para ella pero sin que se te note».
                                                                                           Carmen Maura, El mundo.

A raíz de este comentario, estaba pensando en un tema tan fascinante (desde mi punto de vista) como la relación que establece el actor con la mirada de afuera. El actor persigue estar en un momento privado mientras lo miran, por lo que hay que establecer una buena relación con la cámara o el público, sin caer en la tentación de trabajar para ellos.

La idea es convertir esa mirada (la cámara o el público) en una mirada a favor (tipo «el chico que te gustaba en el guateque») y crear un vínculo que da aliento para trabajar y no entorpece.

El espacio define la acción y el carácter del personaje

«Es muy importante que prestes atención a cómo se ven afectados tus personajes por su entorno. El entorno juega un papel muy importante a la hora de definir quiénes son nuestros personajes, cómo se visten, cómo hablan, cómo se relacionan socialmente, cómo trabajan, viajan, comen, etc.

Con frecuencia se cuentan historias sobre personajes que se ven obligados a salir de su ambiente natural, lo que provoca dinámicas y situaciones interesantes. En ese caso, debes ser consciente de cómo actúa y reacciona tu personaje en un entorno que le resulta extraño.

En algunos casos, el entorno cobra tanta importancia que llega a actuar como un personaje más. Es decir, que puede actuar y cambiar, e incluso convertirse en uno de los rasgos dominantes de la historia. En la mayoría de historias de «peces fuera del agua» el entorno representa el mayor conflicto.»

Del libro Escribir ficción de Gotham writer´s workshop.